¿Recuperación económica en 2021?
Una de las razones de la heterogénea recuperación económica a nivel mundial es el endeudamiento previo- muy alto en economías en desarrollo- y el desigual acceso a las vacunas.
El FMI ha publicado sus estimaciones sobre crecimiento a nivel mundial en el prestigioso informe World Economic Outlook. Acceder al resumen– 1 página-, y video con infografía-menos de 2 minutos-, son obligados si queremos entender la evolución de nuestro entorno y tomar decisiones informadas (económicas, financieras y también personales). En 2020 solo China creció entre las economías grandes (2,3%). En 2021 se espera una recuperación global de + 5,5% crecimiento en PIB. En España el FMI estima un +5,9%, sin embargo, dado que acumulamos una caída del 11,1% en 2020 (la mayor entre las economías avanzadas), estamos aún lejos de niveles pre-COVID. La recuperación será muy desigual, con algunos países especialmente dinámicos (India +11,5%, China + 8,1%, EEUU +5,1%) y otros, con más problemas (por ejemplo, Nigeria +1,5%).
Una de las razones de la heterogénea recuperación económica a nivel mundial es el endeudamiento previo- muy alto en economías en desarrollo- y el desigual acceso a las vacunas. Se trata de una carrera entre el virus y las vacunas, y son precisamente las vacunas-junto con las políticas económicas de soporte-las que fundamentan la recuperación. La OMS está trabajando en la iniciativa de cooperación internacional COVAX precisamente para favorecer el acceso global a las vacunas. Con respecto a los paquetes de ayudas fiscales, éstos deben destinarse a invertir en sanidad y en infraestructuras digitales, entre otros, y condicionarse a una menor emisión de gases contaminantes: la descarbonización de la economía debe ir necesariamente ligada a las ayudas, para así poder alcanzar el objetivo -2º de los Acuerdos de Paris.
Pero, sobre todo, los paquetes fiscales deben proteger a los más desfavorecidos y mitigar la creciente desigualdad social (Ver evolución GINI por países en base de datos del Banco Mundial). Si bien en las últimas décadas ya se observaban desigualdades crecientes (pobreza relativa) entre residentes del mismo país, la pandemia ha reforzado dicha tendencia (ver el fantástico informe de Sachs et al. (2020) sobre la evolución de los distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) post-COVID, incluyendo el ODS 10 (Reducir la desigualdad en y entre los países). La pandemia ha intensificado muchas de estas desigualdades, por ejemplo, acceso a sanidad (muy heterogénea por países y por razas y minorías étnicas), acceso a espacios verdes (suburbios y zonas desfavorecidas cuentan con una menor proporción de espacios verdes, lo que dificulta la distancia social), acceso a internet (la mitad de la población mundial sigue sin tener acceso, lo que dificulta estudiar en contexto de cierre escolar), dificultad para trabajar en remoto (en especial, empleos precarios que no pueden realizarse sin presencia física, y hogares son dispositivos electrónicos que permitan teletrabajar, accesibilidad (personas discapacitadas que pueden presentar mayores dificultades para lavarse las manos, o personas con problemas auditivos que no pueden seguir una conversación por lectura de labios debido al uso de mascarillas).
Por todo esto, no debemos perder de vista los cimientos de la recuperación, y que ésta se produzca atendiendo a las necesidades de los más vulnerables, que están siendo también los más afectados por la crisis, para así fomentar un desarrollo sostenible sin dejar a nadie atrás.